Caridad, Fé y Esperanza son las tres virtudes teologales y son por tanto nuestra piedra angular. Somos un proyecto de Dios, con Dios y para Dios. Sin Él nada de nosotros tendría ningún sentido.
Nuestra misión es la lucha contra el hambre, el subdesarrollo y la falta de escolarización y oportunidades. Nuestro trabajo se enfoca en la erradicación de las causas que producen la injusticia y la desigualdad en el reparto de las oportunidades entre personas y civilizaciones. La lucha contra la ignorancia, la analfabetización, los prejuicios raciales, contra la pobreza o de cualquier índole, la insolidaridad, la indiferencia y la gran crisis de valores humanos y cristianos tan acentuada en nuestros días. La lucha contra el “yo – mi – me – conmigo”.
Nuestra filosofía, cuyo fundamento es Cristo, es que cada persona, cada pueblo, en virtud de su dignidad, por sí mismo, sea capaz de su progreso material, cultural, moral y de su desarrollo espiritual, y goce de una vida digna como ser humano hijo de Dios, con Dios y para Dios. Luchamos por la educación para el desarrollo de los pueblos por sí mismos, para una vida digna y sostenible.
Buscamos la dignidad de personas y pueblos, la solidaridad, la empatía y la misericordia de los que tienen más para un reparto más justo de los bienes para todos y en definitiva el bien común.
Nuestros valores pasan por el voluntariado, la austeridad, la paz que Dios nos da, la aceptación de nuestras cruces siguiendo a Cristo cada día, la ayuda constante a los más necesitados y vulnerables, ser “cirineos” de los demás con sus cruces. Dios es el pilar central de cualquiera de nuestros proyectos pues es en definitiva el pilar de nuestra filosofía y el director de nuestros proyectos.
